El pasado jueves nos dejó Esperanza Durán, persona apoyada por la Fundación desde hace años. Siempre quedará en nuestra memoria su carácter vital, alegre y afectuoso.
Deja su testigo a su hija Raquel, también apoyada por TAU, a la que siempre facilitamos los encuentros periódicos que tenían.
Agradecemos desde aquí a la Residencia Habitare, en Castilleja de la Cuesta, por el cariño y entrega que siempre dispensó a Esperanza.
Descansa en paz, querida amiga.