Nuestro trabajo con ellos no conoce distancias. Nuestra compañera Ana se desplazó a Málaga para que Milagros y Juan Francisco pudiesen disfrutar de sus regalos de reyes.
Esas sonrisas de satisfacción no tienen precio. Estaban felices con los obsequios, pero también por sentir nuestra cercanía.
¡Con ellos seguiremos!