
LA PLENA INCLUSIÓN
ESTÁ EN NUESTROS CORAZONES
Carta de Rafael Pozo Bascón
Presidente
Cuando Paz y Bien decidió crear la Fundación TAU, tenía muy claro que junto a una integración laboral y puesta en marcha de servicios residenciales y viviendas tutelares, era necesaria la mejora de la imagen de las personas con discapacidad. No se podía avanzar si la sociedad en su conjunto seguía desconociendo las posibilidades del colectivo. Por eso hoy nos sentimos orgullosos de que se haya conseguido que nuestra sociedad reconozca las posibilidades sociales, laborales y culturales de nuestros jóvenes. El fruto de un trabajo en equipo, basado en la confianza y en los valores que guardan las personas con discapacidad.
Nuestros jóvenes están presentes en todos los sectores de la sociedad y ahora cuentan con una legislación que les apoya y protege sus derechos como ciudadanos plenos. Esto ha sido, y sigue siendo, un logro de tantísimas personas, padres, profesionales, instituciones, entidades… La sociedad en su conjunto se ha hecho eco de nuestro constante reclamo.
Hemos llegado al convencimiento de que, con los apoyos necesarios, nuestros jóvenes pueden llegar a una plena autonomía. Y no estamos hablando de memoria. No es una teorización. Hoy, muchas de las personas que tienen el apoyo de nuestra entidad, a las que un día se les incapacitó de una forma absoluta, ha visto removida su situación jurídica y ahora gozan de sus plenos derechos. Igualmente, podemos encontrar a muchas de esas personas llevando una vida totalmente normalizada. Su trabajo, su vivienda compartida, su pareja… Por eso, reitero y al mismo tiempo agradezco, que toda nuestra lucha y reivindicaciones en defensa de los derechos de las personas con discapacidad se ha convertido en una gozosa realidad.
No quiero olvidarme de tantos y tantas compañeros y compañeras que ya no están con nosotros pero cuyo trabajo permanece en nuestro espíritu. Tristemente, ellos no han podido verlo, pero estamos orgullosos de mantener su legado y sus reivindicaciones.